ABUELA

Como tú no, Como tú no hay dos. Seres así, nacen cada tanto. Llenabas todos los espacios y los enaltecías. La vida pierde una forma fantástica, un alma surrealista, encantada por la vida misma, encantadora. Como candelabro eje mantuviste el fuego de la hoguera que construiste con mi abuelo. Ese fuego lo llevo en las venas y lo mantendrá siempre vivo el amor infinito que nos unía. Fuiste la segunda persona que conocí, cuando nací. Primero mi madre, luego mi otra madre. Nos dejas el 20 de marzo, el día en el que las aves le cantan a la primavera. Así mismo recordare tus cantos y tu risa, para que a mi vida nunca le hagan falta las flores.