DESARRAIGO

Me carcome el horror que mis ojos y mi mente, ya saturada, tienen que presenciar en este maltrecho y precario camino evolutivo humano. Los índices de estupidez generalizado, el imaginario colectivo basado en hechos consumistas y huecos, la precariedad de sentido común y falta de empatía. Por dios, tantos rasgos que, una vez más, me hacen sentir tan ajena a este planeta. De hecho, agradecida estoy con el universo porque en esencia, pasaron literalmente millones de sucesos para yo poder estar hoy aquí enojada y frustrada ante una maquina también compuesta de cosas del universo: níquel, zinc, plomo, hierro, cobre -computadora-. No soy nada, cada día estoy más segura de ello, todo se resume en mi extinción. Pero en...